Gabriela compartió sus sentimientos sobre la situación en Venezuela, expresando que al principio se sentía muy mal al ver cómo la crisis afectaba no solo a ella, sino también a su familia. La impotencia que sentía al no poder hacer nada para cambiar la situación era muy dolorosa. "Es difícil estar lejos y ver cómo tu país se está derrumbando".
Sin embargo, Gabriela se mostró entusiasmada con las actividades realizadas en el liceo sobre el tema, ya que considera que cada persona puede aportar su granito de arena y alzar su voz para hacer un cambio. "Me gustaría que cada quien alce su voz y que nadie la reprima", expresó.
Destacó la importancia de estas actividades, afirmando que "nuestras voces son símbolo de justicia y verdad para nuestro país". Gabriela valoró la oportunidad de expresarse y hacer oír su voz, y esperaba que se continuaran organizando este tipo de actividades en el liceo.