Una gran familia

Una vez que todo estuvo dispuesto, los presentes fueron testigos de un poderoso signo. La profesora Tamara Pena, encarnó el espíritu de nuestra comunidad, y a través de una muestra de sus habilidades en danza contemporánea, hizo entrega de una biblia simbólica a nuestra directora, que seguidamente, saludó al público con un pequeño discurso.

A continuación, nuestra directora de pastoral, Cinthya Araya, dedicó unos momentos de la mañana para compartir un hermoso instante como comunidad: Miembros del equipo directivo repartieron pan entre la concurrencia, gesto que tuvo un significado eucarístico, además de representar esta instancia en la que nuestra comunidad se une en el cuidado de nuestras niñas, en la realización de sus metas y en todos los pormenores de su educación, como lo haría cualquier familia que comparte el pan.

¡Arranca el carnaval!

El público del evento tuvo la oportunidad de presenciar un espectáculo único y de un nivel artístico verdaderamente excepcional.  El ex profesor de nuestro establecimiento y bailarín de danza contemporánea Samuel Morales, conmovió a la asistencia con un número de baile que incluyó dramatización y tela, logrando un efecto de ilusión asombroso.

Tras contemplar esta presentación, Don Ernesto Bravo, quien es el organizador del Carnaval Anual de San Antonio de Padua, motivó con un emocionante discurso la inaguración de los festejos, encomendando el carnaval al Santo antes mencionado, que encabezó nuestra comitiva de la mano de las ex alumnas Carolina y Pamela Orellana, las cuales acaudillaron la romería.

Recorrido por el barrio

Los locatarios del comercio de San Diego dejan un momento de atender sus quehaceres , hacen visera con las manos para proteger la vista de la incipiente garúa y apuntan la mirada hacia la fuente del bullicio percibido:  Casi dos cuadras de estudiantes de nuestro liceo acompañadas de profesores y apoderados escoltando carros alegóricos formando un panorama de música, baile y alegría que hacía voltear las cabezas durante todo su recorrido.

Los desconcertados automovilistas mostraron la mejor de las disposiciones  al dejar pasar nuestra caravana, e incluso se hicieron parte de ella a través de sus bocinas, sonrisas y paciencia con las que fuimos recibidos en Avenida Matta. Al llegar al corazón del barrio Victoria, los dependientes de este icónico sector comercial se encojen de hombros y fruncen el ceño en señal de duda ante el pasante carnaval. Esta duda, se acrecenta aún más al llegar el carro dedicado a este barrio, con sus zapatos y lemas alusivos. Finalmente fue la simpatía de nuestras niñas y el homenaje promovido a lo que reconocemos como nuestro barrio, lo que terminó por hacer que todo el recorrido haya contado con la espontanea participación de los vecinos del sector, que cámara en mano saludan a nuestros reyes y reinas mientras declaran que les alegramos el día.