En el marco de las jornadas formativas por nivel, en el mes de la solidaridad, el espíritu católico de nuestro liceo se manifestó en una de nuestras actividades más significativas y emblemáticas que caracterizan nuestro Proyecto Educativo Institucional y que hoy ha vuelto al formato de la presencialidad.

Con el financiamiento de la Fundación Irarrázaval, a partir de un Proyecto adjudicado de formación Espiritual, nuestros 5 terceros años medios, acompañados y guiados por sus profesores jefes, tuvieron la oportunidad de crecer personalmente aportando directamente a diferentes comunidades, por medio de sus talentos, esfuerzos, colaboración y entrega.

El 3°A, acompañadas por su Profesora Jefa Sra. Sandra Celis, visitaron al jardín infantil Barco de Colores, institución que se caracteriza por un currículum que resalta la importancia de la ecología en sus educandos. Las futuras técnicas en educación parvularia donaron atriles y bastidores a los niños de esta institución por medio de una actividad que fomentó el desarrollo de las expresión artística.

El 3°B por otra parte, se movilizó con el liderazgo del profesor Darío Epullanca, al Cerro Colorado, lugar en el que las estudiantes limpiaron las inmediaciones, recuperando espacios secuestrados por desperdicios, y apoyando al personal de limpieza municipal con sus esfuerzos.

El tercer año medio C en cambio, visitó el Colegio Piloto Pardo, ubicando en Lord Cochrane, en el que en compañía de quien cumple funciones como profesor jefe, Felipe Inostroza, compartieron un rico desayuno tras el cual realizaron juegos y otras lúdicas actividades junto con los niños de pre kínder y kínder.

El jardín infantil y after school Casita Guminola recibió la visita de las estudiantes del 3°D, que junto con su profesor jefe, Paolo Riquelme llegaron a la comuna de Quinta Normal a desarrollar una serie de entretenidas actividades que rompieron la rutina habitual de los niños.

Finalmente, el 3°E visitó al colegio República de Austria en Estación Central con el propósito de realizar una charla de autocuidado en el que las futuras enfermeras enseñaron a los niños de tercero y cuarto básico sobre la importancia de la autoestima. Además, las blinderianas usaron sus conocimientos en enfermería para educar a estos niños en torno a la higiene personal, en especial en torno al correcto lavado de manos y de dientes.

La jornada de servicio de los terceros medios representa el arduo trabajo de profesores jefes, otros docentes y muy especialmente de las jóvenes que tuvieron la experiencia de vivir este verdadero Encuentro con Cristo a raíz de encontrarse con el otro de forma positiva, avanzando inexorablemente a la meta de convertirse en las lideres católicas transformadoras del mañana.