Hoy, la literatura correspondiente a educación, sociología y psicología, coincide en lo cardinal que es desarrollar estrategias de resolución de conflictos en todos aquellos círculos que se ven afectados por el fenómeno de la interacción entre seres humanos.

De estos ambientes, el más relevante es sin duda el escolar, ya que este no solo es pasto de conflictos de todo tipo, si no que presenta una oportunidad inmejorable de usar estas instancias a priori adversas, para educar hacia una convivencia ética, valórica e inteligente.

Es esta la posta que ha tomado el equipo de convivencia escolar, de manera que nuestras estudiantes convivan de forma cada vez más madura, consciente y armónica hoy, como también que el día de mañana en su rol de jóvenes adultas, sean referentes en la formación de una cultura más honesta que realmente fomente la validación del otro y la discusión de ideas.

Para lograr este cometido, el equipo de Convivencia Escolar planteó a nuestro alumnado el desafío de explorar de forma activa una serie de códigos QR dispuestos a lo largo y ancho del patio. Cada uno de estos asociado a recursos multimediales que informaban y contribuían al desarrollo de habilidades tan importantes como son la escucha activa en la búsqueda de un diálogo respetuoso, la cultura de negociar en desacuerdos buscando que ambas partes obtengan lo que buscan y el conocimiento acabado de las consecuencias del uso nocivo de las redes sociales, en especial por medio del recurso de las cuentas anónimas.